¿Quién se apropia del rock?
LA LÓGICA DEL BENEFICIO EN LA INDUSTRIA DE LA MÚSICA
Desde la aparición en el 2000 de la radio La Mega, que a partir de un estudio de mercado institucionalizó como producto al "rock nacional", y de Pop-Art, principal organizadora de eventos vinculados al género, puede decirse que el rock en la Argentina tiene dueño: Daniel Hadad, el empresario que también es propietario de Infobae, Radio 10, Canal 9 y 10musica.com. Las 194 muertes en Cromañón (el 30 de diciembre del 2004) agudizaron la concentración del negocio al reducirse notablemente el circuito de lugares para tocar (cada vez son menos y las exigencias más altas), por lo que hasta las bandas con un discurso más contestatario tuvieron que amoldarse a las reglas de esa cárcel.
El costo es caro, los cachets para los grupos en los festivales más importantes se depreciaron como ocurre actualmente en el promocionado Pepsi Music donde muchos ni siquiera cobran, e incluso pagan, a partir del argumento de que lo que convoca es el encuentro en sí. El espacio en la estación radial se cotiza alto y sólo hay lugar para los obedientes o los que son parte de la industria del entretenimiento.
Desde una mirada superficial podría pensarse como un resurgimiento del rock, pero en verdad esconde una cara oscura ya que es imposible recuperar algo que hace tiempo perdió su esencia y la razón de su existencia. Por ello, una música que surgió como alternativa hoy resuena como caricatura en una lógica monopólica que garantiza difusión para que otros obtengan los beneficios. Desde el rock "chabón" a las bandas más glamorosas, desde los más punk hasta los exponentes del reggae, muchos (aunque siempre hay excepciones como La Renga) pasan de algún modo por las manos de Hadad.
La Mega, la frecuencia de mayor alcance que el empresario -como parte de un grupo integrado en sus inicios también por Marcelo Tinelli, Gerardo Sofovich y el ex juez Oscar Salvi- consiguió gracias a un regalo del ex presidente Carlos Menem, lidera los niveles de audiencia a partir de una fórmula imbatible: no pasa una hora sin que suenen Charly García y Los Redondos o cualquier otro grupo o solista que esté entre los favoritos de los oyentes. Ocupó un espacio que estaba vacante y ahora es la principal promotora de las producciones de las bandas locales.
Pop-Art es dueña de siete sellos discográficos (Discos Pop-Art, Tocka Discos, Rock & Pop Discos, Soy Rock, Subterrannia, SR Discos Rock and Rolle y Art PM Discos) es responsable de los máximos festivales rockeros (Personal, Quilmes Rock, Buenos Aires Hot Festival y Pepsi Music), regentea el estadio Obras (ahora rebautizado como Pepsi) y La Trastienda, además, cumple el rol de manager y comercializa sus shows en Argentina y Sudamérica.
10musica.com es una página web que promociona al rock argentino y cantantes melódicos y se encargó de transmitir por internet los Festivales Pepsi y Bue del año pasado. Es uno de las pocos sitios habilitados por la cámara del disco en la Argentina (cuya sigla es Capif y entrega los premios industriales Gardel) para vender música por internet, lo que le genera ganacias que la convirtieron en la niña mimada del grupo, al punto que la esposa del empresario, Viviana Socco, es la que dirige la empresa.
La curiosidad puede llevar a preguntarse qué tendrían en común artistas de diversos estilos con alguien que estuvo cerca de ser monaguillo, que se hizo amigo de los hijos del ex almirante Eduardo Massera, que comenzó una carrera apadrinado por el periodista Bernardo Neustadt, Alfredo Yabrán, Carlos Ruckauf y el ex banquero Raúl Moneta y que ahora es interlocutor del gobierno de Kirchner.
En otro plano de ese mismo interrogante podría plantearse si los músicos independientes autogestionados pueden escapar a este círculo donde la música pasa y el dinero queda en pocos bolsillos. Y para intentar empezar a responderlo se aprecia cómo la era post-Cromañón terminó liquidando los espacios alternativos de expresión.
Entre los que reinan ahora, se cuentan las dos sedes de El Teatro (en Colegiales y Flores) que pertenecen a MTS Producciones, el sitio obligado para los grupos que son capaces de movilizar a más de mil personas y donde también impera la obediencia. Como ejemplo de este mecanismo, a la banda Jóvenes Pordioseros se le dificulta poder actuar en la Capital Federal porque se atrevió a burlar una orden e invitó a sus amigos de Callejeros a un "ensayo con público" en Flores.
El gran desafío que los rockeros argentinos enfrentan ante este atropello es llevar al territorio de la expresión y la difusión las enseñanzas de comunión y lucha que meses atrás, junto a artistas de otros géneros musicales, les permitió voltear la Ley del Músico.
POP-ART: UNA EMPRESA CUYO ARTE POPULAR ES FACTURAR
- El Pop Art surgió en la década de 1950, en la ciudad de Londres, pero tuvo su apogeo en Nueva York. Es la abreviatura de popular art, es decir, el arte popular. Es la manifestación plástica de la cultura del consumo y la tecnología, donde las obras de arte se conciben como un producto en serie.
- Uno de sus responsables es Roberto Costa, quien fue socio del ex-zar del rock, Daniel Grinbank.
- También organiza desfiles de moda y es responsable del filme documental "Que sea rock", de Sebastián Schindel.
- En el Pepsi Music tocan gratis La Portuaria, Turf, Los Guasones, Los Tipitos, entre otros de la misma escudería.
- Muchos grupos poco conocidos o que aún no editaron su disco, aceptaron pagar 3000 pesos para participar del Pepsi Music.
- Otras agrupaciones que habían tocado en ediciones anteriores del encuentro prefirieron no participar, ya que esta vez las invitaron a actuar gratis.
- Las bandas chicas firman un contrato por medio del cual se abstienen de reclamar derechos por hasta tres temas que la productora pudiera elegir como difusión.
- Domina la pauta publicitaria, a punto tal que todo lo que pudiera ser competencia, como el Baradero Rock, es borrado por expresa sugerencia de los grandes medios (Clarín, Página/12 y "La Viola" en TN).
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